¿Quieres dejar tu huella en la Tierra? ¡Pero por favor, no la huella de carbono!

Durante décadas, los seres humanos han estado emitiendo carbono cada minuto. Dado que nos preocupamos por la tierra, debemos ser más conscientes del peligro que le damos. Calentar, transportar, usar electricidad y cocinar generan una huella de carbono que no es exactamente el tipo de huella que queremos crear. La huella de carbono es la cantidad de todos los gases de efecto invernadero (CO2) en toneladas equivalentes, incluido el dióxido de carbono, que se emite a la atmósfera por nuestras actividades y consumo en la vida diaria.

Hay dos tipos de huella de carbono: huella de carbono directa (primaria) e indirecta (secundaria). La huella de carbono directa aparece cuando hacemos algo directamente como cocinar y conducir. Por otro lado, la huella de carbono indirecta significa todo el proceso de un producto desde la producción hasta la desaparición del bien.